La verdadera historia de Cato y Clove - Capítulo 27
Capítulo 27 Y abro los ojos. La luz del sol me ciega pero tras un rato adaptándome consigo ver con claridad. En el suelo, a mis pies, se encuentra el tributo del 11 muerto atravesado por una lanza. No entiendo absolutamente nada salvo que estoy viva, que aún estoy viva. Busco a la persona que lo ha matado y veo como Cato corre hasta llegar a mí. Me ha escuchado, lo ha hecho y ha venido al rescate. Me ha salvado, lo ha hecho. Cato llega hasta a mí, me coge la cara entre sus manos y me mira, me mira de arriba a abajo buscando algún síntoma de herida. Sus ojos azules se muestran llenos de preocupación y miedo. - ¿Estás bien? – me pregunta mientras me sigue examinando - ¿tienes alguna herida? – sigue preguntando – Pensé que no llegaba a tiempo – dice más aliviado. - Estoy bien Cato – le respondo para tranquilizarlo – Ahora vámonos, no estamos seguros aquí – le digo mientras le cojo de la mano y le arrastro conmigo. Ninguno de