La verdadera historia de Cato y Clove - Capítulo 16






Me acerco lentamente a Caesar mientras oigo como la gente aplaude, coloco una sonrisa en mi cara como Enobaria me había dicho y me siento en el sillón que han dejado para los tributos.

Todo a mí alrededor hace que me sienta cohibida, no me gusta mostrarme en público, pero esta vez, tengo que tragarme mi vergüenza y mostrar la cara que quiero enseñarles.

Caesar se sienta junto a mí en el otro sillón, se gira hacia mí y me sonríe, transmitiéndome un poco de confianza.

       -          ¿Preparada para los juegos? – me pregunta.
      -          Por supuesto, estoy más que preparada, me he entrenado para esto durante toda mi vida – le contesto segura mientras sonrío.
    -          ¡Esa es la actitud! Cuéntanos algo de ti, ¿Tienes novio? ¿Algún pretendiente? – pregunta curioso.
      -          Cómo eres Caesar, que cotilla – le contesto mientras me río haciendo que el resto del público también suelte carcajadas.
     -          No soy el único interesado ¿verdad? – pregunta mientras se ríe al público y esté le contesta coreando con un sí.
      -          No tengo novio – contesto evitando reírme.
      -          No puede ser ¿una chica tan guapa como tú? – dice Caesar incrédulo.
      -          No me ha ido muy bien en el amor Caesar, no es tan fácil – contesto casi en un susurro mientras que sin querer mi mirada viaja a dónde esta Cato esperando para salir el siguiente.
      -          Ya veo ya – dice Caesar mientras alza las cejas tras darse cuenta de a dónde se dirigía mi mirada - ¿Y algún pretendiente? Porque creo que tienes uno por lo que hemos deducido.
    -          ¿Hablas de Marvel? – pregunto sorprendida y el asiente – Creo que os habéis equivocado, yo no soy esa chica – contesto riéndome – Además creo que no tengo ningún pretendiente.
       -          ¿Crees? – pregunta interesado.
     -          Antes sí pero ahora creo que no, creo que le gusta otra chica – contesto mientras vuelvo a llevar mi mirada a Cato.

Le observo detenidamente, está con los puños cerrados, con un semblante serio, intentando controlarse. Hasta que alza la mirada y se cruza con la mía. Me taladra con la mirada, como si me estuviera intentando decir algo. Pero no consigo averiguar que, puesto que Caesar me vuelve a traer al mundo real, a la entrevista, recordándome donde estaba y que me jugaba con esto.

     -          Seguro Clove que cuando vuelvas a casa, volverá a caer rendido a tus pies – dice Caesar convencido.
      -          Lo dudo mucho Caesar – contesto segura – si yo vuelvo él no volverá conmigo – digo esto en susurro casi inaudible.

Tanto que el público ni se percata pero sí que logra escucharlo Caesar, quien me mira con pena y lastima.

     -          Nos ha dicho un pajarito que tienes un hermano ¿es así no? – sigue preguntando Caesar.
       -          Sí – contesto un poco nostálgica al recordar a mi hermano.
       -          ¿Cuál fue la última conversación que tuvisteis? – sigue indagando.
     -          Me hizo prometerle que ganaría, que volvería a casa – contesto intentando mantenerme fuerte y no soltar ni una lágrima.
     -          No te noto muy convencida ¿es por lo que hemos estado comentando? – vuelve a preguntar.
       -          Yo… - intento decir sin saber el qué.

No puedo contar mis motivos. No puedo decir que yo no volveré a casa, no delante de las cámaras, no delante de él, de Cato.

De repente suena un timbre, indicándonos que el tiempo de la entrevista había acabado.
Salvada por la campana.

      -          Bueno se nos acabó el tiempo, te has librado de contestar Clove – dice mientras nos reímos – Ha sido un placer haberte conocido un poco más.
       -          El placer ha sido mío Caesar – le respondo mientras nos levantamos de los sillones.
-          Un fuerte aplauso para Clove Kentwell, espero que tengas mucha suerte en la arena – me dice mientras me despide.
       -          Muchas gracias Caesar – digo por último.
       -          Damas y caballeros, tenemos otra tarea. Esta chica es un misterio. Esperemos que en la arena la conozcamos más. ¿Me ayudaréis a averiguar quién ha robado el corazón gélido de esta chica? – pregunta Caesar al público enloquecido mientras salgo del escenario.

Al llegar al lateral del escenario, que está recubierto con grandes telas, impidiendo así que el público vea lo que ocurre en el interior de este. Giro hacia atrás, al lugar por dónde he venido y observo como Cato me mira desde la otra punta. Como nuestras miradas se conectan, intentando explicar muchas cosas, muchas, pero sin saber qué me están contando.

Le veo sentarse y me quedo embobada mirándole. Hay que ser sinceras, está guapísimo con ese traje. Son de esos momentos perfectos y únicos para quedarse observando a una persona. Para intentar acordarte de cada fracción, cada gesto, cada movimiento… Todo.

      -          ¿Qué tal estás Cato? – pregunta Caesar y la gente se revoluciona – Veo que tienes enloquecido al público.
        -          Eso parece Caesar –  dice mientras se ríe  - Pero bien, estoy muy bien.
        -          ¿Preparado para la arena? – sigue preguntando Caesar.
        -          Preparado para ganar – contesta Cato seguro de sus palabras.
       -          ¡Y aquí lo tenéis, Cato en estado puro! – exclama Caesar y todo el mundo aplaude. No puedo evitar sonreír – Además de toda esa fuerza que tienes, lo guapo que eres, dime ¿tienes novia? – pregunta esta vez sin tapujos.
       -          ¿Estás intentando ligar conmigo Caesar? – le pregunta mientras se ríe y sé que es una manera de evitar contestar esa pregunta.
      -          Por supuesto, como todo el mundo – se ríe – Pero ahora sí ¿Quién es la afortunada que ha robado tú corazón? – Contengo la respiración.
       -          ¿Cómo sabes qué hay alguien? – pregunta esta vez Cato.
       -          Yo tengo ojos y oídos por todos lados – dice Caesar y yo no puedo estar más nerviosa por lo que vaya a decir.
       -          Me has pillado Caesar, hay alguien – dice serio.
       -          ¿Y? Cuéntanos algo más de ella – insiste.
      -          Es… Es preciosa, estoy jodidamente enamorado de ella – dice mientras veo como se cierran sus puños.
      -          Pero eso no es malo ¿no Cato? – pregunta con un intento de calmarles – Vas a salir vencedor de estos juegos para volver junto a ella.
      -          Yo no he dicho en ningún momento que esté esperándome en el distrito 2 – dice otra vez serio.
       -          Ohhh, vaya. ¿Eso quiere decir que está aquí contigo? – pregunta asombrado - ¿Es tu compañera de distrito o la tributo del distrito 1 con la cuál te hemos visto muy cariñoso?

El silencio es sepulcral, no se oye absolutamente nada, ni el viento, ni siquiera la respiración. Todo el mundo está expectante a su respuesta. Todo el mundo quiere saber. Y yo estoy con el corazón en un puño. Por una parte quiero saber quién es pero por otro lado no, no si dice que no soy yo.

       -          Es… - empieza a decir Cato.

Cato alza la mirada y me mira, cómo nunca antes lo había hecho. Mi corazón empieza a latir con fuerza, esperando que llegue su respuesta, mientras nuestras miradas siguen conectadas.



El tiempo se detiene, se para en ese instante, en ese mismo momento en el que pronuncia el nombre. Todo, tanto que incluso contengo hasta el aliento.





Hola amores!!!

Aquí estoy otra vez con un nuevo capítulo!! ¿Qué os ha parecido? ¿Quién dirá Cato? ¿Qué creéis que va a pasar en el siguiente capítulo?

Espero que os haya gustado, y también espero como siempre vuestros comentarios, siempre me ayudan a seguir escribiendo más.

Gracias como siempre por esperar y por leer.

Besos, María.

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