La verdadera historia de Cato y Clove - Capítulo 8
Capítulo 8
Unos agentes de paz me llevan a una habitación y cierran la puerta. Es la hora de que nuestros familiares y amigos se despidan de nosotros.
Tras unos minutos esperando oigo unos pasos al otro lado de la puerta, y ésta se abre. Cuando alzo la mirada me encuentro con mis padres y mi hermano. No espero a que hablen o digan algo y corro a abrazar a mi hermano, a quien le surcan unas lágrimas por su bello rostro.
- No te preocupes enano, estaré bien te lo prometo – le digo intentando tranquilizarle.
- Tienes que volver, Clove. Prométemelo – me dice llorando aún más.
- Lo intentare enano, intentaré ganar y volver a casa – le digo mientras le abrazo y segura de que por más que se lo prometa no voy a ser capaz de cumplir mi palabra.
- Te quiero Clove – me dice mirándome a los ojos.
- Yo también te quiero mucho enano, se fuerte ¿vale? Y cuida mucho de papá y mamá – le contesto dándole otro abrazo.
Cuando me separo de mi hermano me dirijo a mi madre, que no ha podido contenerse y está ya llorando. La abrazo, como aquellos abrazos que nos dábamos cuando era pequeña. Me siento segura, segura en los brazos de mi madre. Respiro su aroma e intento guardarlo en mi memoria para que cuando esté sola pueda acordarme y sentirme segura entre sus brazos.
- Te quiero mucho mi pequeña Clove – me dice mi madre aun abrazándome.
- Yo también te quiero mamá – le contesto separándome de ella – Mamá, ¿me prometes una cosa? – le digo mirándola a los ojos.
- Claro cielo – me dice.
- Prométeme que no te irás, que no estarás ausente, que si muero, porque puede que muera, no te vayas, no dejes al enano sin madre ¿vale? ¿me lo prometes? – la mire suplicante.
- Te… te lo prometo hija – me dice llorando a mares.
Me alejo de mi madre y abrazo bien fuerte a mi padre, no necesitamos nada más ninguno de los dos. Con el abrazo nos lo hemos dicho todo. Me separo de él y unos guardias se los llevan.
- Os quiero a los tres – les digo mientras la puerta se cierra.
Me siento en un sofá que había en la sala y vuelvo a esperar. Pero según me siento la puerta vuelve a abrirse y aparece Laila llorando y a Víctor con los ojos tristes.
- Prométeme que volverás – me dice Laila mientras se aferra a mí.
- Lo intentare, lo prometo – le contesto.
- Vuelve conmigo – me vuelve a decir mientras se separa y sale por la puerta.
- No hagas sufrir a Cato – me dice Víctor.
- ¿Qué? – le pregunto incrédula.
- No cometas ninguna locura en la arena, Cato no lo soportaría.
Y sin más se va dejándome más confundida de lo que ya estaba con respecto a Cato.
Vuelven a abrir la puerta y un agente de la paz entra y me saca de la sala en la que estaba. Me dirige por unos pasillos y salimos a la calle donde un coche nos estaba esperando. Me monto en él y me encuentro con Annie ya acomodada. Por lo que deduzco que en el otro coche que hay detrás del nuestro está Cato, Brutus y Enorbia. Después de unos minutos llegamos a la estación de tren. Nos bajamos del coche al mismo tiempo que el coche donde iba Cato se para. Esperamos a que lleguen hasta nosotras y emprendemos el camino juntos hasta la entrada del tren. Al entrar me quedo alucinada, nunca había estado en un tren tan lujoso como ese.
- Muy bien chicos. Clove tu dormitorio es el del fondo del pasillo a la derecha, y el tuyo Cato al fondo y a la izquierda – nos dice Annie según entra al tren.
- Nos vemos en dos horas para la cena – nos dice Brutus y se va con Enorbia por otro pasillo.
- Descansad chicos, lo necesitareis – nos dice Annie mientras desaparece por el pasillo.
Me giro para irme al cuarto, la verdad es que no quiero hablar con Cato, no quiero verle, no quiero ver sus ojos, porque sé que si lo hago me romperé en mil pedazos. Camino por el pasillo y antes de girar el pomo de mi puerta una mano coge la mía. Noto que alguien se pone detrás. Me agarra de la cintura y me pega a él. Sin girarme ya sé quién es, noto su respiración en mi cuello mientras me abraza e instintivamente coloco mis manos sobre las suyas y apoyo mi espalda contra su cuerpo.
Y así permanecemos unos minutos, sin ningún ruido que el de nuestras respiraciones.
Noto como Cato acerca su cara más a mi cuerpo y sus brazos aprietan más el abrazo como si me fuera a ir. De repente noto sus labios en mi cuello y como ejerce presión, dándome un pequeño beso, ahí en el cuello, un beso que me estremece.
Tengo miedo de girarme, de lo que me puede llegar a decirme, pero no puedo esperar ni un minuto más a verle, a ver sus ojos azules. Así que me giro e intento apartarme un poco para verle la cara pero él no me deja. Al contrario me abraza más fuerte y reposo mi cabeza en su pecho, escuchando el latido de su corazón, un corazón que late muy deprisa.
- Cato… - le llamo porque aunque no quiera tenemos que hablar de lo que va a pasar.
- Ahora no Clove, por favor – me suplica mientras me abraza y acaricia mi espalda con su mano.
- Pero… Tenemos que hablar – le digo mientras me separo de él un poco para verle.
- Lose, pero ahora no quiero pensar en eso, solo quiero tenerte así entre mis brazos, dejando lo demás para más tarde. ¿Crees que puedes esperar? – me pregunta mirándome a los ojos.
- Sí – le contesto susurrado porque estoy perdida en sus ojos, en esos ojos azules como el mar que ahora están tristes.
Se separa de mí y me coge de la mano guiándome hasta su habitación.
- Espera un minuto aquí ¿sí? – me dice mientras me sienta en su cama. Yo solo puedo asentir con la cabeza.
Me quedo sentada mientras Cato coge una camiseta y un pantalón corto y se mete al baño. Al cabo de unos minutos oigo el agua caer de la ducha.
No puedo creerme lo que está pasando ¿cómo voy a superar ahora los juegos? ¿Cómo voy a volver a casa sin Cato? No puedo, no puedo volver sin él.
De repente siento una caricia por mi mejilla que interrumpe mis pensamientos. Levanto la vista y veo a Cato arrodillado ante mí. Me coge de las manos y me saca en silencio de su habitación. Atraviesa el pasillo y abre la mía. Abre el armario y saca una camiseta y un pantalón corto de pijama y me los tiende. Entiendo lo que quiere decir, así que cojo el pijama y voy a la ducha.
Al salir del baño me encuentro a Cato sin camiseta, tumbado en la cama y mirando al techo. Me deleito con esa imagen e intento retenerla en mi memoria para cuando llegue el momento de entrar en los juegos. Al cabo de un rato siento que me observa también y veo su sonrisa traviesa. Me ha pillado observándole y un rubor aparece en mis mejillas.
Camino hasta la cama y Cato se levanta. Me coge de las manos y me arrastra hasta la cama y nos tumbamos en ella. Quedamos frente a frente y permanecemos mirándonos a los ojos. Cato se acerca poco a poco y nos fundimos en un largo beso. Cato profundiza más el beso y solamente puedo dejarme llevar por el beso. Poco a poco se iba intensificando y notaba sus manos recorriendo mi cuerpo. Entonces fue cuando reacciono y me separo de él.
- Yo… - intento explicarle por mi reacción.
- No te preocupes Clove, lo entiendo – me dice mientras se acerca más a mí.
Nos miramos y sonreímos, me estrecha entre sus brazos y me besa. Luego se acomoda en la cama y me acerca a él y así, entre sus brazos, sintiéndome segura, caigo en un profundo sueño.
Narra Cato:
Miro hacia abajo y me encuentro a mi Clove dormida sobre mi pecho. Que bien sienta tenerla así, ojalá no tuviéramos que estar en esta situación pero estamos y tengo que hacer todo lo posible para salir de allí. Y para ello no puedo tener ninguna distracción y sé que Clove es la mía, es mi punto débil. Y no quiero que me afecte en la arena.
Así que lo tengo decidido, mañana cuando nos despertemos dejaré clara las cosas a Clove. Ella me va a entorpecer el plan y no quiero. Yo iré por mi camino y ella por el suyo.
Está decidido.
Ahora solo puedo disfrutar del momento. Mañana será otro día.
Hola amores!!!
Perdón, perdón y mil veces perdón. Se que he estado ausente durante mucho tiempo pero la universidad y las diversas actividades que llevo a cabo que no me dejaban tener el tiempo suficiente y que es necesario para que los capítulos fueran buenos.
Espero que os haya gustado y espero que comentéis, con vuestros comentarios me animaréis a que siga escribiendo. Prometo que escribiré más de seguido.
Muchas gracias por leer y por seguir ahí a pesar de tardar tanto.
Besos, María.
Por mi parte no pasa nada, lo entiendo! :D
ResponderEliminarSigue escribiendo aunque tardes, el caso es que salga bien!
Muchas, pero muchas gracias!!!
EliminarIntentaré ahora en verano subir más de seguido. Espero tener uno nuevo para la semana que viene, porque ya he empezado, de todas formas en cuanto este listo lo subiré.
Gracias por leer, comentar y seguir ahí.
Besos, María.
Me encanta , me alegro de que ya la hallas subido es fantastica ,espero que sigas escribiendo , es fantástica y bastante bonita . n.n ojala la mia fuese asi de rápido , ahora estoy atascada XD
ResponderEliminarHola cielo!!!
EliminarMe alegro de que te haya gustado tanto.
¿Rápido? He tardado un año en subir un nuevo capítulo jaja pero entiendo que estes atascada, yo también lo he estado, solo tienes que buscar algo que te inspire, que haga volar tu imaginación, algo que te de fuerzas para seguir escribiendo.
Espero ansiosa a que subas tu novela para leerla, espero al menos que me digas de que va, cual es su trama...
Gracias por leer y comentar.
Besos, María
Jajaja , de que lleve unas 10 pajinas la empezare a subir , necesito darle aun vmuchos retoques a varias cosas jajaja , y estoy buscando una pajina web para subirla , hasta entonces no podre subir ninguna .
ResponderEliminarVale jaja cuando eso me dices para leerla.
EliminarPor cierto ya está subido el noveno capítulo
hay que bien , donde , no me aparece
ResponderEliminarsi ya lo encontré XD , en entrada mas reciente , abajo de los mensajes XD
ResponderEliminarPor si sigues interesada en esta novela, quería decirte que la estoy siguiendo y actualizando más de seguido. Siento la espera y gracias por leer. María.
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