La verdadera historia de Cato y Clove - Capítulo 6
Capítulo 6:
Narra Clove:
Pasan las semanas y la fecha
crucial se acerca, el momento de la cosecha. Ese que no quiero que ocurra,
aunque todos los años lo espero con ansia, este no. No, porque desde el día que
escogieron a los voluntarios sé que Cato va a morir y no puedo soportarlo. ¿Por
qué? Por la sencilla razón de que creo que me estoy enamorando de él, si como
oís, siento cosas por Cato desde ese momento.
Las cosas con Cato no es que
vayan muy bien que digamos, desde que me vio salir de la sala de entrenamiento
no me ha vuelto a hablar, se pasa casi todo el día entrenando para los juegos y
las pocas veces que nos hemos cruzado me mira, sus ojos se entristecen y luego
muestra indiferencia como si no le importara nada.
…
Queda un día para la cosecha, se
supone que hoy nos dan el día libre en el entrenamiento pero yo paso un poco, así que aquí estoy lanzando
los cuchillos a los maniquís que hay en la pared. Lanzar los cuchillos me hace
pensar en otra cosa, me distraigo y dejo de pensar en todo lo que me ronda por
la cabeza. Además de que es una buena forma de tranquilizarme.
Estaba a punto de terminar e irme
a casa cuando oigo que la puerta de la sala se abre. No le doy mucha
importancia y sigo lanzando cuchillos. Intento oír quien puede ser pero no
escucho nada, debe de haberse quedado quieto en la puerta al verme. Lanzo mi
último cuchillo cuando de repente siento unas manos en mi cintura. Me asusto y
me giro. No puede ser, él no.
-
¿Cato? – pregunto entre intrigada y asustada.
-
Hola Clove – me dice con una mirada triste.
-
¿Qué haces? – le pregunto más tranquila.
-
Pasaba por aquí y te escuche – me dice.
-
¿Sabes? No te creo, dime la verdad – le
recrimino.
-
Está bien, quería verte por última vez – me dice
mirándome a los ojos, ojos triste y apagados que me observan.
¿Es un sueño? ¿Esto qué está
pasando es real? No puedo creerlo…
-
Ehhh… ¿Yo…? – intento decir algo coherente pero
no salen las palabras.
-
Solo quería verte una última vez antes de que
mañana me marche a los juegos – me dice aun observándome – déjame hacer una
última cosa.
Me quedo quieta sin saber qué
hacer y veo como poco a poco se va acercando a mí, acortando la poca distancia
que tenemos. Sus manos aterrizan en mis mejillas y me incita a acercarme a él.
¡Clove reacciona!
-
¿Pero… qué coño haces? – le pregunto mientras le
aparto de un pujón – Después de todas estas semanas pasando de mí, ignorándome
y haciéndome sentir como una puta mierda, ¿me vienes a decir que me quieres ver
por última vez y que me quieres besar? ¿Pero tú de que vas? – le digo furiosa.
Me separo de cato bruscamente,
recojo mis cosas y me voy al vestuario. Me cambio y pienso en la estupidez que
iba a hacer. Aunque me hubiera gustado que me besara. ¿Pero qué coño estoy
diciendo? Agggg ¿Por qué rompe todos mis
esquemas?
Estoy ya lista y salgo del
vestuario, no está Cato a la vista, mejor. Me dirijo a la puerta de la academia
y salgo por ella. Allí tampoco está. ¿Le habrá pasado algo? En serio Clove
debes de dejar de pensar esas cosas, estamos hablando de Cato y él no te
importa. ¡NO TE IMPORTA!
Necesito despejarme y me pongo a
correr para llegar a mi casa.
…
Son las 22.00 y no tengo nada de
sueño. No hago más que pensar en lo que sucederá mañana y en las próximas
semanas. No sé si estaré preparada para ver los juegos. Para verle a él como
sobrevive a ellos, ganando… espero que gane. No me imagino una vida sin Cato,
una vida sin sus tonterías, sin sus ganas de meterse conmigo y chicharme. Creo
que una parte de mí está en él y cuando se valla se la llevará con él. Pensando
en eso me quedo dormida.
Toc, Toc…
Ummm… ¿de dónde viene ese ruido?
Con lo que me ha costado dormirme. Vuelvo a oír el ruido. Viene de la ventana.
Me acerco a ella y la abro. Una brisa gélida me da contra la cara y comienzo a
tiritar. Espero que sea importante porque si no…
Asomo la cabeza y lo veo ahí
parado en mitad de mi jardín.
-
¿Qué haces aquí Cato? – le pregunto en un
susurro.
-
No puedo dormirme – me responde también
susurrando.
-
¿Y a mí que me importa Cato? Quiero dormir – le
digo molesta y a punto de entrar a mi habitación.
-
No espera Clove – me dice.
Veo que se dirige al árbol que
hay enfrente de mi balcón y que comienza a escalar. Voy corriendo al balcón para
abrirle y me asome.
-
¿A dónde vas? ¿Estás loco? – le pregunto
susurrando y poniéndome un poco nerviosa.
-
Tranquila – me susurra.
Termina de subir y pega un salto
aterrizando en el suelo del balcón. Me alejo de él un poco ya que me hace
sentir incómoda.
-
¿Cato qué quieres? – Le vuelvo a insistir pero
susurrando para que mis padres no se despierten.
-
Ya te he dicho que no puedo dormir – me dice
acercándose más a mí.
-
Cato… - intento decir.
-
¿Por qué no lo entiendes? ¿Tan difícil es lo que
te pido? Solo quiero un beso, antes de irme – me dice frustrado.
-
¿Por qué Cato? ¿Qué tiene el mío tan especial
del de cualquier otra chica con las que estas? – le pregunto.
-
No… no quiero decírtelo… no porque puede que yo
no vuel…
-
¡No digas eso! – le reprocho – sé que volverás,
eres el mejor
-
Pero aun así ¿Por favor?
No sé qué hacer, no sé porque dice que no volverá, no sé
porque quiere un beso… ¡DIOS… NO PUEDO MÁS!
Cato me ve dudosa pero se acerca lentamente a mí. Me agarra
de la cintura y me pega a él. Nuestros cuerpos están a escasos centímetros y
nuestras respiraciones se mezclan. Sube una mano y me aparta el pelo que me
tapa la cara dejándolo reposar detrás de mí oreja, para después acariciar mi
mejilla y allí la deja. Se acerca poco a poco a mí. Quiero que lo haga, quiero
que me bese. ¡Hazlo!
Creo que oyó mi plegaria y se lanza a mis besos. Nuestros
labios se unen en una danza maravillosa, llena de pasión, amor y… ¿despedida?
Siento que lo está haciendo que este beso es su modo de despedirse de mí y una
lágrima cae por mi mejilla. Nos separamos para respirar.
Me mira a los ojos, ojos tristes y apagados. Me abraza
fuerte como si no quisiera soltarme nunca para después darme un beso en la
frente. Y veo cómo va hasta el borde del balcón dispuesto a marcharse.
-
¿Es una despedida? – le pregunto mientras me
acerco y mis lágrimas siguen surcando mi cara.
-
Si Clove, Adiós – me dice triste.
Me acerco a donde él y le beso. Baja por el balcón y se
pierde entre la oscuridad de la noche para a lo mejor no volver a verle nunca.
Hola amores!!!!
Lo siento, lo siento, se que me vais a matar por haber tardado tanto en subir pero me ha sido imposible escribir porque la UNI me esta quitando mucho tiempo libre y he tenido que escribirlo poco a poco en ratines libres que tenía.
Espero que os haya gustado el nuevo capítulo y espero vuestros comentarios con vuestras sugerencias y opiniones.
Gracias por leer y por vuestra paciencia.
Besos, María.
estos esta super emocionae , cada dia escribes mejor no te desanime que aunque tardes un poco mas la espera merece la pena, eres l mejor
ResponderEliminarMe alegro de que te guste cielo, y gracias por leer y comentar.
EliminarEspero poder subir mas a menudo si la UNI me deja libre jajaja
Besos, María
Que se me hace tarde para comentar!
ResponderEliminarNo importa que tardes, podemos esperar. Espero que no se muera!
Nunca es tarde para comentar cielo!!!
EliminarMe alegro de que te guste y gracias por leer y comentar.
Todo a su debido tiempo ajaja
Besos, María
por favor no pares de escribir no me puedo quedar sin saber como acaba esta historia ...
ResponderEliminarTe queda fenomenal aparte del estrés y de todo , animo
!
Muchas gracias cielo!!
EliminarMe alegro de que te guste!!
Y no te quedaras sin saber como termina porque aunque tarde seguiré con ella-
Besos, María.