La verdadera historia de Cato y Clove - Capítulo 8
Capítulo 8 Unos agentes de paz me llevan a una habitación y cierran la puerta. Es la hora de que nuestros familiares y amigos se despidan de nosotros. Tras unos minutos esperando oigo unos pasos al otro lado de la puerta, y ésta se abre. Cuando alzo la mirada me encuentro con mis padres y mi hermano. No espero a que hablen o digan algo y corro a abrazar a mi hermano, a quien le surcan unas lágrimas por su bello rostro. - No te preocupes enano, estaré bien te lo prometo – le digo intentando tranquilizarle. - Tienes que volver, Clove. Prométemelo – me dice llorando aún más. - Lo intentare enano, intentaré ganar y volver a casa – le digo mientras le abrazo y segura de que por más que se lo prometa no voy a ser capaz de cumplir mi palabra. - Te quiero Clove – me dice mirándome a los ojos. - Yo también te quiero mucho enano, se fuerte ¿vale? Y cui